Un plato suculentísimo que se come en toda una extensa y estrecha zona, que comienza en nuestra comarca, pasa al norte de la murciana, atraviesa la Mancha, toca en algún lugar de Castilla la Nueva, y tiene su remate en tierras extremeñas.
Aunque se desconoce su origen, por su composición y por la manera de hacerlos, todo permite suponer que se eleva a la más remota antigüedad; elemento primordial de este manjar es el pan ázimo(pan sin levadura) con el que hace más de dos mil años obsequiaban los hebreos a sus huéspedes inesperados.
El modo de hacerlos varía según la región y a veces en cada pueblo de una misma comarca.
La receta que vamos a cocinar puede considerarse como un término medio entre los extremismos a los que suelen mostrarse propicios los gazpacheros.
Estos gazpachos se han hecho al fuego de leña, pero se cocinan igual en nuestras modernas cocinas.
Ingredientes para 6 raciones:
1/2 kg. torta de gazpachos troceada
1/2 conejo troceado
1 cebolla picada
1 tomate maduro rallado
pebrella
nuez moscada
pimienta
tomillo
romero
aceite de oliva
sal
agua
caracoles serranos al gusto
Ponemos la sartén o cazuela al fuego con el aceite y freímos el conejo
Cuando este sofrito, le añadimos la cebolla
cuando la cebolla este transparente y empiece a dorarse añadimos el tomate
Lo freímos bien y le echamos el agua
En el mortero trituramos un pellizco de cada una de las hierbas aromáticas ( pebrella, tomillo, romero), unos granos de pimienta y una pizca de nuez moscada, y lo añadimos al caldo
Engañamos a los caracoles
Cocemos unos 15 minutos y dejamos reposar.
Mientras se están cociendo hay que ir removiendo para que no se peguen al fondo.
Los gazpachos admiten que se les añada caldo, si con el que tienen no es suficiente para terminar su cocción. Han de quedar no apelmazados, pero tampoco caldosos.
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